FIGURAT, EL SOTANO Y FRONTARTE PRODUCCIONES
PRESENTAN
EL PAÍS DE LAS METRALLAS O RATATATATATAPLÁN
*AMPLIAMENTE RECOMENDADA PARA JOVENES DE NIVEL SECUNDARIA, PREPARATORIA, UNIVERSIDAD Y ADULTOS .
El País de las Metrallas o
Ratatatatatataplán está inspirado en el teatro mexicano de revista, que dicho sea
de paso fue uno de los aportes más grandes del teatro mexicano para la
humanidad.
Esta obra utiliza la sátira
política para hacer una reflexión jocosa, chusca, salerosa, ácida y jacarandosa
sobre temas como la evolución de nuestra nación, la política, la violencia y la
degradación de la sociedad mexicana pero también de su espalda fuerte,
trabajadora y pipilesca (de Pípila) con la cual es capaz de soportar las tantas
lápidas que la degradan constantemente.
El texto está basado en El País
de la Metralla, revista en un acto, dividido en cinco cuadros y una apoteosis
de José F. Elizondo, de 1913. Además juega con la aparente ingenuidad del
humor, utiliza la espontaneidad del doble sentido y de la música con canciones
casi surrealistas, aprovecha el vínculo de lo periodístico con la acción
dramática al abordar temas actuales y candentes, retratando el encanto de los
personajes populares.
Su principal característica
escénica es ser todoterreno: Puede ser representada tanto en el interior de un teatro
como en la calle, así como en espacios alternativos .
El País de las Metrallas o
Ratatatatatataplán describe de la mano de su protagonista, un fotógrafo
ambulante (Inspirado en Agustín Casasola y su importante archivo fotográfico),
las distintas fotografías del “México actual” a la gente en cada “pueblejo” al
que llega a instalar su puesto de fotografías.
El espacio escénico es cualquier
lugar donde coloquemos el “tendajo” de fotografías que es nuestra escenografía.
Así, tanto el escenario de un teatro y sus butacas como una plaza pública
pueden ser el espacio de la acción dramática. El diseño de nuestro “tendajo”
está basado en los puestos ambulantes de fotografías, con sus telones pintados
a mano, sus vestuarios a vistas y su encanto improvisado.
Esta obra es un discreto homenaje
a los reporteros y fotoperiodistas que debido a su labor, han muerto a lo largo
de este sexenio.